Como creativo, siempre ha sido imperativo que mi arte hable de su momento sin sentirme confinado a ningún espíritu de la época en particular. No se puede forzar la atemporalidad. Más bien, debe cultivarse de forma natural mediante la curiosidad, la confianza y la paciencia. Por eso me enorgullece decir que finalmente me di cuenta de que el aislamiento debería ser el tema predominante de mi álbum sobre la pandemia de COVID-19.
Todavía recuerdo vívidamente, allá por 2020, cuando el coronavirus fue declarado pandemia y todo empezó a cerrarse. La pérdida del contacto humano regular en persona fue desorientadora, por decir lo menos. Al igual que estar confinado en mi estudio del sótano, que no recibía mucha luz solar. Sabía que este período, por largo que fuera, requería una crónica. Lo que me costó llegar fue un concepto general, uno que evocara no sólo este evento que definió una era, sino que también lo uniera a la humanidad y su necesidad inherente de conexión. Sabía que eventualmente me llegaría. Pero ¿cuándo?
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Hubo algunos comienzos en falso. Por ejemplo, en octubre de 2020, pensé que el tema podría ser “hombres lobo”, pero luego recordé que acababa de volver a ver “The Howling”. Entonces, creo que es un demonio de venganza bípedo y asesino hasta que no, acababa de volver a ver “Pumpkinhead”. Me asusté un poco cuando las cosas empezaron a abrirse de nuevo. Para mi propia tranquilidad, tuve que dejarlo ir y dejar que viniera a mí. No diré que mi esperanza no flaqueó por momentos. Pero nunca me rendí por completo. La otra noche, mientras me estaba quedando dormido, de repente me di cuenta de cinco años después: el aislamiento.
Solo piénsalo. La pandemia fue una época de distanciamiento físico, emocional y mental. Nunca lo olvidaré: aproximadamente el cuarto día de cuarentena comencé a mirar anuarios viejos y a hablar con mi gato como si fuera mi terapeuta. Si eso no es aislamiento, no sé qué es.
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No se detuvo ahí. En todo caso, esta sensación de aislamiento creció cuanto más tiempo pasaba solo, perdiendo gradualmente el contacto con el mundo exterior. En retrospectiva, puede parecer un tema obvio. Pero algunas cosas sólo pueden comprenderse en retrospectiva. Y realmente creo que el tiempo que pasé esperando que me llegara sólo ha fortalecido mi capacidad para comunicarlo.
¿Y la mejor parte? Todas las letras ya están encargadas gracias a ChatGPT.
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