WASHINGTON – Los legisladores del Congreso alcanzaron un nuevo consenso bipartidista para permitir que sus encargados votaran en su nombre, confirmaron fuentes que no se sorprendieron demasiado por toda la terrible experiencia.
“Como funcionario gubernamental de toda la vida, entiendo la importancia de permitir que mi voto en el Congreso cuente mucho después de que haya perdido funciones cognitivas y motoras básicas”, dijo el senador Chuck Grassley, de 91 años. “La sociedad debe seguir avanzando, por mucho que emane de mi interior el olor a muerte invasora. Con esa filosofía en mente, la Ley Granger permitirá a nuestros encargados adivinar cómo hubiéramos votado por un proyecto de ley y hacerlo contar. Y si no están seguros de qué manera votaríamos, todo lo que necesitan hacer es consultar nuestra lista de donantes corporativos y simplemente hacer lo que ellos harían”.
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Los conserjes, por otro lado, no están tan entusiasmados con este cambio legislativo.
“Ya era bastante estresante tener que escuchar a una vieja senadora gritarme por no calentar su sopa a su gusto mientras tenía visiones de los fantasmas de Elvis Presley y Buddy Holly atormentándola con un dueto ensordecedor”, dijo la enfermera local Lydia Firestein. “¿Pero ahora tenemos que votar sobre qué libertades civiles quieren socavar nuestros pacientes? ¿A qué envíos de armas para matar civiles quieren que se destine el dinero de nuestros impuestos? No, gracias. Ya extraño los viejos tiempos en los que todo lo que tenía que hacer era votar cada cuatro años, sólo para ver que no contaba en absoluto debido al Colegio Electoral”.
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La representante Alexandria Ocasio-Cortez tiene sus propias preocupaciones con respecto al proyecto de ley recientemente aprobado.
“¡A este ritmo, podríamos lograr que el Green New Deal supere el estancamiento en unas pocas décadas! Supongo que tal vez después de que suficientes ciudades y pueblos costeros se hundan en los mares”, dijo la representante Ocasio-Cortez. “Si estos Boomers no se jubilan voluntariamente a una edad razonable, comenzaremos a ver cada vez más esta autoconservación del poder. La mitad de estos demonios ya tienen a sus cuidadores votando por ellos. No se sorprendan si también tenemos al director de la funeraria, al fabricante de ataúdes y al excavador de zanjas alineados para votar por ellos”.
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Al cierre de esta edición, el Congreso ya estaba modificando el proyecto de ley para permitir que los encargados votaran en su nombre durante unos buenos 100 años después de su aprobación.